¿Alguna vez te has preguntado cómo es posible que todos los nacidos bajo el mismo horóscopo tengan las mismas características, o por qué tú siendo Libra no te pareces en nada a tu vecina que también lo es?
Hoy te damos las respuestas a esas preguntas y es que nuestro horóscopo solo define parte de nuestras características: hay que tener en cuenta cómo estaban colocados el resto de los astros a la hora de nuestro nacimiento, para saber más de nosotros mismos y para saber por qué tú siendo Leo eres mucho más tímid@ de lo que se espera de cualquier Leo.
Para saber todo el conjunto de características que nos definen debemos consultar nuestra carta astral, también llamada carta natal. El ser humano lleva consultando siglos a los astros sobre sus propias características y sobre su destino. Y esto es lo que nos proporciona la Carta Astral. En concreto es un mapa de cómo estaban
colocados los planetas en el universo, en el momento exacto de nuestro nacimiento.
En nuestra Carta Astral van a influir muchísimas cosas que definirán quiénes y cómo somos en diferentes aspectos de nuestra vida.
En ese mapa nos vamos a encontrar: el Sol, la Luna, el Ascendente y los Planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Mercurio y Plutón), además de los nodos lunares (Norte y Sur). En el mapa aparecen todos ellos colocados sobre una rueda zodiacal con los 12 signos del horóscopo, que a su vez se divide en 12 casas, haciendo de esta rueda una división en "quesitos". Cada una de las 12 casas representa una faceta de la vida: desde la familia, el trabajo a la creatividad. Dependiendo de cómo se coloquen los astros sobre esas 12 casas y qué signo zodiacal las domine tendrá un significado diferente.
La posición del Sol representa nuestro horóscopo común, el que consultamos normalmente y representa el yo, la personalidad, la identidad y el ego.
El signo Lunar representa nuestras emociones, la parte más interna que no solemos mostrar.
El ascendente: es como nos ven los demás y cómo actuamos ante los demás.
Mercurio: es el astro que rige nuestra comunicación.
Venus: el astro que rige el amor y la sensualidad.
Marte: controla nuestra parte más activa y conflictiva.
Júpiter: ligado a nuestras creencia e ideologías.
Saturno: rige nuestro compromiso y responsabilidad.
Urano: es el signo que nos invita a la rebeldía.
Neptuno: el más conectado con nuestra imaginación y nuestros sueños.
Plutón: es el astro que empuja a la transformación y los cambios.
Nodo Norte: muestra nuestra vocación, nuestro futuro
Nodo Sur: muestra quiénes éramos, nuestro pasado.
Esto supone que por ejemplo si nuestra casa X que es la del mundo laboral, realización social e imagen pública, está entre Leo y Géminis supone que será una persona con gran versatilidad, inteligencia y don de gentes, además de gran capacidad para socializar. Y además tenemos a Mercurio en esta casa, será una persona i
nclinada a la comunicación.
Por lo que podemos ver con un solo ejemplo nuestra personalidad está compuesta por una gran variedad de factores y características que interactúan entre sí.
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