Con esta breve guía, cualquiera puede aprender a interpretar los sueños, estos mensajes encriptados que siempre nos dicen algo sobre nosotros mismos.
Durante siglos, los sueños se han codificado como "mensajes". En la antigüedad se los consideraba una de las formas en la que los dioses entraban en contacto directo con la humanidad. En “El milagro secreto”, Borges nos recordó que:
“Maimónides escribió que las palabras de un sueño son divinas, cuando todas están separadas y son claras y las pronuncia alguien invisible”.
Cuenta la leyenda que el joven Escipión, general que más tarde arrasó Cartago y conquistó Numancia, pocos años antes de iniciar su brillante carrera marcial, había soñado que lo visitaban Fortuna y Constancia, dos deidades que lo llevaron más allá de los círculos del mundo, de modo que, al final, tuvo que elegir los favores de uno u otro.
Asimismo, Nabucodonosor, el rey de Babilonia, soñó con una efigie hecha de diferentes materiales, cuyo simbolismo solo podía ser interpretado por el profeta Daniel, y presagiaba una sucesión de imperios por venir.
Con el tiempo, la creencia en los dioses se desvaneció, pero, curiosamente, los sueños no perdieron su calidad de mensajes. Es posible que las deidades hayan dejado de visitar a los hombres y de revelar su futuro, pero los sueños prometían revelar algo sobre nosotros mismos que no conocemos de nuestra vida cotidiana.
Este es el punto en el que nos encontramos. En general, creemos que los sueños tienen un mensaje para nosotros: nuestro pasado, nuestro inconsciente, nuestros deseos y miedos. Soñamos y al despertar, si recordamos algo, lo que sobrevive es la vaga sensación de que el sueño quería mostrarnos algún problema que nos estaba causando angustia, quizás una opción que no habíamos considerado. O podríamos quedarnos sintiendo que no deberíamos preocuparnos tanto. Después de todo, una solución parece estar al alcance.
Para ello, a continuación, te comparto siete cualidades a las que debes prestar atención si quieres saber de qué están hablando tus sueños.
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1-Asociaciones
Siempre que recuerdes un sueño, presta atención a las asociaciones que surgen al recordarlo. En general, los sueños se expresan en un lenguaje cifrado que debe desentrañarse. Es posible que soñar con un amigo, no sea por su amigo en sí mismo, sino por lo que ese amigo representa en tu vida. Lo mismo ocurre con lugares, objetos, etc.
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2-Amplificación
Siguiendo el punto anterior, la amplificación sigue a la asociación. Los símbolos en los sueños funcionan como una metonimia: uno puede seguir un término, pero eventualmente alcanza un significado distinto. Una casa puede referirse a una familia, a la seguridad de una familia y a algo nuevo que ha llegado a su vida, y así sucesivamente.
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3-Contexto
Como cualquier idioma, el lenguaje de los sueños depende del contexto en el que se presenten. Un mismo símbolo, un perro, un compañero de vida, un automóvil, puede significar cosas bastante diferentes no solo en el contexto de los sueños en sí, sino, sobre todo, en el contexto dependiendo de la edad del soñador. No tiene el mismo significado un niño que sueña con un perro o un niño que sueña con un coche.
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4-Presta atención a la configuración.
La ambientación de cualquier sueño tendrá una especial relevancia. Tu trabajo, tu casa, las calles por donde caminas normalmente, un país que visitaste, etc. ¿Qué significa ese lugar para ti?
8-Estructurar el sueño.
¿Cómo fue tu sueño? ¿Podrías volver a un punto de origen? ¿Tuvo lugar en secuencia lineal? ¿Hubo saltos inesperados? ¿Otros sueños intermedios interrumpieron la secuencia? ¿Cómo se desarrolló la historia? ¿Fue un sueño recurrente? ¿Cuál fue el clímax? ¿Cómo y por qué terminó?
9-Estudia los personajes.
Los sueños son como obras de teatro: algunos personajes son más importantes, otros son meramente figurantes, algunos regresan inesperadamente. También pueden ser como las películas: pueden aparecer criaturas fantásticas, animales o enemigos. Toma nota de las cualidades de cada uno.
10-Codificar la atmósfera emocional.
Por último, es importante reconocer las emociones que surgieron durante el sueño. ¿Fue un episodio agradable o de pesadilla? ¿Fue angustioso o más bien alegre? Esto también te ayudará a comprender todos los demás elementos involucrados en el sueño.
Yo recomiendo ir siguiendo cada punto de los anteriores y tomando anotaciones en una hoja, para al final tratar de encontrar una explicación al sueño.
Si aun así no eres capaz a descifrar tu sueño, cuéntamelo en este post de Facebook pinchando en el botón de comentarios que encontrarás al final y juntos trataremos de descifrarlo.
