El objetivo de este Ritual de Otoño es recolectar los frutos que hemos sembrado durante todo el año. Si has sembrado acciones positivas recibirás positivo. Lo que importa es que una vez más, es que estamos cambiando de estación; pasar de los largos y luminosos días de verano al ritmo más tranquilo del otoño. Las cosas no necesariamente son más lentas, ya que todavía tenemos que terminar la cosecha (ya sea real o metafórica), pero podemos decir que las cosas se están acabando.
En el equinoccio, la oscuridad y la luz son iguales, por lo que es el momento perfecto para trabajar la magia para mantener el equilibrio.
NECESITAS:
2 velas blancas
Una copa con agua
Una piedra amatista
un cuchillo.
Incienso de mirra o sándalo
Escribe en un pergamino o papel blanco tu petición. Prepara un Altar con los cuatro elementos. La copa con agua, un incensario donde puedas quemar el incienso o la mirra, una vela como elemento fuego y un poco de sal representando al elemento tierra. Coloca las velas blancas formando un círculo y en el centro la petición. Sobre la petición la amatista y la espada o cuchillo.
Haz una oración pidiendo a quien le tengas fe y con tus propias palabras, pidiendo lo que realmente quieres que esta nueva etapa venga a tu vida.
Una vez consumidas las velas se guardan todos los restos del incienso, la amatista, la copa y la espada hasta que termine el año, y poco a poco iras observando en tu vida que te va llegando toda la cosecha que has sembrado. El agua de la copa la viertes sobre la tierra de una planta.
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